Las parasomnias son conductas que se producen durante el
sueño asociadas a la activación de los sistemas fisiológicos en momentos
inapropiados. Estos problemas casi siempre se inician en la infancia y son
considerados benignos, remitiendo estos espontáneamente.
A pesar de su carácter benigno, muchos padres se preocupan por
estos trastornos en el sueño de sus hijos.
A continuación redactaré los principales tipos de parasomnias y algunas
pautas en relación a ellos:
- Terrores nocturnos:
Son bruscos despertares precedidos de gritos, llanto y terror en los
que el niño no presenta sueños.
Suelen comenzar entre los 2 o 3 años y duran en torno a 10 minutos.
Al despertar, el niño se mostrará confusión, desorientación y una vaga
sensación de temor.
Los terrores nocturnos suelen desaparecer en la adolescencia.
La pauta más útil para reducirlos es la regularización de las horas de
sueño (tener un horario habitual para irse a la cama y dormir, en la medida de
lo posible, en el mismo lugar).
- Pesadillas:
Son sueños molestos que se van haciendo cada vez más angustiosos, pudiendo
provocar el despertar del niño.
Las pesadillas son una conducta habitual a lo largo de toda la vida, en
concreto en la infancia y en mujeres.
Si se producen muy habitualmente puede que exista una ansiedad detrás de
estos, por lo que sería conveniente el tratamiento fóbico para disminuirlos.
- Sonambulismo:
Es un estado de actividad motora, en la que el niño es capaz de levantarse,
caminar, vestirse...
Estos, al igual que en los terrores nocturnos, no presentan sueños.
Suelen producirse hasta la adolescencia y la duración de cada episodio
suele durar entre 15 y 30 minutos.
Al contrario de lo que se suele pensar popularmente, se les puede
despertar.
Lo más apropiado es despejar bien la casa para que el niño no se haga
daño, así como tener bien regulados los horarios de sueño.
- Jactatio Capitis
Nocturna:
Es uno de los trastornos más tempranos del sueño, suele aparecer en torno a
los 8 meses y desaparecer a los 2 años.
Se caracteriza por movimientos rítmicos del cuerpo, en concreto de la
cabeza y duran unos 20 minutos.
Es un problema benigno el cual no está asociado con ningún trastorno
concreto que desaparece con el tiempo.
Se recomienda forrar las cunas de los bebés para que no se hagan daño.
- Buxismo:
Es un trastorno que se asocia a un rechinar intenso de dientes durante la
noche debido a la presión que se hacen con las mandíbulas. Es propio de
la infancia pero también se da en muchos adultos.
La principal problemática de es el dolor mandibular durante el día y la
hipersensibilidad de los dientes, además del desgaste de los mismos.
Suele asociarse a ansiedad o estrés.
La solución que se suele dar es la colocación de férulas dentales por las
noches.
- Somniloquio:
Consiste en hablar por las noches.
Se suelen producir a lo largo de toda la vida en situaciones de estrés.
Para estas no existe ningún tipo de tratamiento ni pauta ya que no producen
ninguna consecuencia negativa.
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